Desde hace años, la popularidad de las citas en línea ha ido en aumento, al igual que el número de estafas románticas que dejan a la gente con el corazón roto y la cartera vacía.
¿Cómo empiezan las estafas románticas y de citas en línea?
Las estafas románticas y de citas virtuales no se limitan a las aplicaciones y sitios de citas en línea, sino que también ocurren en las redes sociales y en los juegos en Internet. Sin embargo, la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) informa que las estafas suelen comenzar de la misma manera, normalmente a través de una solicitud de amistad inesperada o un mensaje que surge de la nada.
Con esa presentación inicial comienza una conversación, y a partir de ahí puede florecer una amistad (o más). En el proceso, el estafador suele recurrir a una mezcla de historias un tanto exóticas pero creíbles para atraer a su víctima, a menudo relacionadas con su trabajo y el lugar donde trabaja. Los informes dicen que los estafadores hablan de ser empleados en una plataforma petrolífera en alta mar, militares destinados en el extranjero, médicos que trabajan con una organización internacional, o con un tipo de empleo que les impide encontrarse fácilmente en persona.
Una vez establecida la falsa relación, el estafador empieza a pedir dinero. La FTC informa que lo hacen utilizando varias razones falsas, que suelen girar en torno a algún tipo de dificultad por la que necesitan una “pequeña ayuda” para poder pagar:
- Un billete de avión u otros gastos de viaje.
- Gastos médicos.
- Tasas de aduana para retirar un envío.
- Deudas por apuestas.
- Un visado u otros documentos oficiales de viaje.
La lista continúa, pero esa es la idea general. Los estafadores suelen relatar una historia con una complicación intrigante que parece bastante razonable, con la que hacen creer que realmente podrían necesitar la ayuda financiera de la víctima.
Tipos comunes de estafas de citas en línea
Las personas que han denunciado este fraude dicen haber pagado al estafador de algunas formas típicas.
Una de ellas es el envío de dinero, a menudo a través de una empresa de transferencias internacionales. Para el estafador, esta vía es tan buena como entregar el dinero en efectivo. Una vez se envía el dinero, no se puede recuperar. La víctima carece de las protecciones que tiene con otras formas de pago, como una tarjeta de crédito que permite al titular cancelar o impugnar un cargo.
Otra forma es a través de tarjetas regalo. A los estafadores de todo tipo, no solo a los románticos, les gustan estas tarjetas porque funcionan como si fueran dinero en efectivo, tanto si se trata de una tarjeta regalo de alguna tienda virtual conocida o de una cadena de tiendas físicas. Al igual que una transferencia bancaria, una vez que se entrega esa tarjeta regalo, el dinero que contiene es muy difícil o hasta imposible de recuperar.
Otro pago común es el de las tarjetas de débito recargables. Un estafador puede pedir inicialmente una tarjeta de este tipo y luego hacer varias solicitudes posteriores para cargarla de nuevo.
En definitiva, un estafador romántico suele buscar el método de pago más fácil y más difícil de impugnar o reembolsar, dejando a la víctima en la estacada financiera una vez finalizada la estafa.
¿Cómo evitar caer en una estafa romántica o de citas en línea?
Cuando se trata de conocer personas nuevas en Internet, la FTC sugiere lo siguiente:
- Nunca envíes dinero o regalos a alguien que no conozcas en persona, incluso si te envían dinero primero.
- Habla con alguien de confianza sobre este nuevo interés amoroso. La situación misma puede hacerte pasar por alto detalles importantes, así que presta atención si tus amigos o familiares están preocupados.
- Tómate la relación con calma. Haz preguntas y mantente alerta frente a respuestas poco coherentes.
- Intenta hacer una búsqueda inversa de las fotos de perfil que utiliza la persona. Si están vinculadas a otro nombre o a datos que no coinciden, es una estafa.
Los estafadores, aunque podría decirse que no tienen corazón, siguen siendo humanos. Cometen errores. Las historias que inventan son solo eso: historias. Pueden mezclar la información, equivocarse en las horas y fechas, o simplemente caer en su propia mentira. Además, ten en cuenta que algunos estafadores pueden trabajar con varias víctimas a la vez, lo que supone otra oportunidad para que se confundan y se equivoquen.
Protégete aún más de las estafas en tus cuentas de redes sociales
Como se mencionó anteriormente, algunos estafadores románticos se dedican a acechar las redes sociales y se ponen en contacto a través de un mensaje directo o una solicitud de amistad. Frente esto, hay tres cosas que puedes hacer para reducir las posibilidades de caer en manos de un estafador:
1. Activa el modo privado:
Las plataformas de redes sociales como Facebook, Instagram y otras te dan la opción de hacer que tu perfil y tus publicaciones solo sean visibles para tus amigos. Si eliges esta opción, el público general no podrá ver lo que haces, lo que dices ni lo que publicas en Internet, lo que te ayudará a proteger tu privacidad y a dar menos información a los estafadores.
2. Dile “no” a las solicitudes de amistad de desconocidos:
Analiza con cuidado las invitaciones que recibes. Un desconocido puede ser más que un estafador romántico, puede ser una cuenta falsa diseñada para recopilar información sobre los usuarios con fines de ciberdelincuencia, o puede ser una cuenta diseñada para difundir información falsa. Hay muchísimos casos de esto. De hecho, solo en el tercer trimestre de 2021, Facebook tomó medidas contra 1800 millones de cuentas falsas. Así que rechaza esas solicitudes.
3. Protégete a ti y a tus dispositivos:
Un programa de seguridad puede ayudarte a evitar hacer clic en los vínculos maliciosos que los estafadores envían por Internet, además de alejarte de otras amenazas como virus, ransomware y ataques de phishing en general. También puede velar por tu información personal, protegiendo tu privacidad y monitoreando tu correo electrónico, tu número de documento de identidad, tus cuentas bancarias, tus tarjetas de crédito y otros datos que un estafador o un ladrón de identidad podría utilizar. Dado que el robo de identidad es algo bastante común hoy en día, un software de seguridad es realmente imprescindible.
Ponle fin
Si sospechas que te están estafando, termina la relación y denúnciala, por muy difícil que te parezca.
Notifica a la Comisión Federal de Comercio (FTC) en ReportFraud.ftc.gov para obtener apoyo y orientación para recuperarte económicamente en la medida de lo posible. Asimismo, envía una notificación al sitio de redes sociales, la aplicación o el servicio donde se produjo la estafa. En algunos casos, es posible que quieras presentar una denuncia a la policía, un tema del que hablamos con más detalle en nuestro artículo sobre robo de identidad y fraude.
Si enviaste dinero a través de una tarjeta regalo, la FTC sugiere presentar una reclamación a la empresa lo antes posible. La FTC ofrece más consejos para presentar reclamaciones aquí, junto con una lista de números de contacto de las marcas de tarjetas regalo que los estafadores suelen utilizar.
Por último, no te castigues si llega a suceder. Si llegas a ser víctima de un fraude de citas en línea o un fraude romántico, debes saber que no eres la primera ni la última persona de la que se han aprovechado de esta manera. Al denunciar tu caso, puedes ayudar a evitar que también otras personas se conviertan en víctimas.